dimecres, 8 d’octubre del 2008

Años atrás...


Cuando los foros se inundan de comparaciones dignas de ojos biónicos –cítese Bioshock o Call of Duty 4, y se llenan de páginas discutiendo la pequeña, pero relevante en una ‘guerra de consolas’, superioridad técnica de una versión ante otra, llega Capcom, la mejor compañía de la pasada generación, y saca a la venta Megaman 9. Lejos de la triste evolución que el personaje sufrió a nivel de diseño pasada la época Snes, la compañía de la cápsula retoma la saga principal con una vuelta a los orígenes: píxels como forma de vida. Quién iba a decir que mediante un homenaje a los inicios de uno de los grandes personajes de la historia de los videojuegos, con un aspecto que muchos actualmente no comprenderán (la palabra píxel dejó paso a los términos texturas y polígonos), se daría otro soplo de aire fresco a una generación marcada por la potencia técnica como prioridad y el nivel gráfico como arma arrojadiza. Que se lo digan a Wii.

Megaman 9 recoge todo lo que siempre había soñado. Uno creció con Mario Bros, Zelda II pero, sobre todo, con dos cartuchos llamados Rockman y Rockman III –uno de los errores de Nintendo permitía comprar en tiendas cartuchos falsos, importados, derivados y de características extrañas- que ponían a prueba la habilidad del jugador. Todo el mundo era capaz de terminar, con más o menos trucos y trampas, Mario Bros. Terminar Rockman y conseguir sus consiguientes passwords no era tarea fácil. Perdida su pista después de las versiones para Game Boy y, muy por encima, el número ¿7? De snes, miraba con horror cada uno de la saga ‘X’ que ha ido proliferando en distintas consolas, desde el cerebro de la bestia a Playstation 2. Pero Capcom lo volvió a hacer. Delante de todos otra vez.

Este juego, disponible en las tiendas virtuales de las tres consolas de sobremesa actuales, combina a la perfección el toque retro con el ingenio aprendido a lo largo de estos años. Los gráficos NES, con las melodías midi me hacen esbozar una sonrisa recordando las bases de este mundillo tal y como lo conocemos, y también los míos. Transmite más Megaman saltando con su única animación disponible en la época 8 bits que lo visto en muchas entregas más actuales. Y eso que el apartado técnico no deja de ser el primer bocado de un gran banquete.

Las limitaciones impuestas por el aspecto y la voluntad del juego se combinan a la perfección con el genial, y diabólico, diseño de niveles. Difícil, como cuando los juegos eran tan complicados como cortos, y matemático. Los enemigos, los saltos y las situaciones son simples. Pero deben conocerse. Eso tan antiguo de aprender la mecánica de cada enemigo para superar las dificultades (y que salvo excepciones parece haberse olvidado en la actualidad) vuelve a escena en un juego donde tirar a lo loco significa morir. En este punto, la experiencia de los desarrolladores con el tiempo y sus mayores herramientas –escondidas bajo una fachada 8 bits- ha servido para hacer un juego bastante más complicado que los inicios de Megaman en NES.

Leí comentarios al respecto de la nota recibida por el juego (8.5 en Meristation) sobre si se debía puntuar así manera un juego de estas características. Dejando a un lado la necesidad y fuerza de las notas, el juego se debe calificar como lo que es. Una obra excelente por 9’90 euros (Store de Playstation) y un viaje impagable a lo mejor del pasado.

1 comentari:

Ryu_gon ha dit...

Tal i com et vaig dir, només he provat la demo via live. I encara que és poca cosa, ja m'ha servit per veure que aquest Megaman 9, a part de ser clàssic i difícil, és un joc delició que passaria pels de "la vella escola" perfectament.

Salutacions!